• Así, a lo cobarde, llega al poder el nuevo comunismo (neocom).
  • ¿Lo de Venezuela es guerra civil o enfrentamiento civil?
  • Sea lo que sea, es lo mismo que amenaza a España.
  • Los neocomunistas, Pablo Iglesias y Nicolás Maduro, carecen de la valentía física, y de la desesperación, de los viejos leninistas.
  • Lo suyo es la revolución institucional: utilizar la democracia para llegar al Gobierno y, una vez en el Gobierno, cargarse la democracia.
  • Hasta el propio Vaticano ha dicho 'no' a Maduro.
Insisto: me asombran las reacciones que provocan las afirmaciones en Hispanidad de que España está en peligro de caer en Guerra Civil. Se nos insiste en que esto es una exageración. Para entendernos, cuando hablamos de guerra civil nos referimos a lo que ahora mismo está ocurriendo en Venezuela. Podemos hablar de enfrentamiento civil, o civil-militar, pero nadie negará la gravedad del asunto, cuando llevamos ya más de 200 muertos de forma violenta en menos de tres meses. Ahora hablamos de Venezuela. Y lo que ocurre en el país hermano puede suceder en España y tiene toda la pinta de que va a suceder. Las similitudes van más allá. Por ejemplo, antaño, el comunismo llegaba al poder con la revolución social, en la calle, a golpes. Los neocomunistas, Pablo Iglesias y Nicolás Maduro, carecen de la valentía física, o de la desesperación, de los viejos comunistas. Lo suyo es la revolución institucional: utilizar la democracia para llegar al Gobierno y, una vez en el Gobierno, cargarse la democracia o, mantenerla formalmente mientras se van corroyendo sus cimientos. Y si no se mantiene la mayoría parlamentaria, pues a la represión. Pero ya no serán comunistas que se enfrentan a la policía sino comunistas que controlan la policía y ésta le sacude los morros a la gente también llamada pueblo y hoy fascistas redivivos. Hasta la cabeza de la Iglesia de Roma ha tomado partido contra el dictador Mau, lo cual resulta curioso. No es tarea del Vaticano entrar en cuestiones tan concretas como el pedir la supresión del proyecto Maduro de regeneración democrática. Pero lo ha hecho, en la mañana del viernes. El Vaticano se ha plantado y ha pedido al dictador venezolano que no ponga en marche la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Al parecer, a hechos extraordinarios, respuestas extraordinarias. Eulogio López eulogio@hispanidad.com