• Zapatero fue a mediar, Rivera a apoyar al débil. Lo segundo mejor.
  • El Gobierno español debe hacer todo lo posible para tumbar al Chavismo.
  • Pero también debe ayudar a los venezolanos.
  • Por cierto, el país hispanoamericano también es ensalzable. Ejemplo: España es el paraíso del aborto, en Venezuela se respeta la vida del no nacido.
Aunque no lo crean no elegimos presidente de Venezuela el 26 de junio sino de España. La cosa comienza con el recorrido triunfal de Albert Rivera a pie de obra. Pues ha hecho bien. Sobe todo porque no ha ido como Zapatero, mediar (¿a mediar entre quién, entre los nazis y los judíos?). Rivera ha ido a apoyar el débil, así que enhorabuena. Exagerado pero valiente. Luego está Nicolás Maduro (en la imagen), ese estadista. Maduro es quien acusa a Mariano de estar instando a la OTAN a invadir Venezuela. Más menos. Hombre, Nicolás, ¿qué más quisiera Mariano que poseer tanta influencia? Luego están los chicos de Podemos, paniaguados del régimen chavista. Pablo Iglesias, en su más sincera postura de moderación, "no puedo entender cómo un partido que se opone a la tarjeta sanitaria para refugiados le preocupa tanto los derechos humanos en Venezuela". Hombre, Pablete, te ha salido un poco soso. Ana Oramas, diputada canaria, advierte que ella no es chavista (muchas gracias, doña Ana, es un alivio) pero que Venezuela es una democracia y la mitad de la población está con el Gobierno. Claro, doña Ana, y muchos más de la mitad de los españoles estaba con Franco hasta la misma muerte del dictador pero eso no significa que la España franquista fuera una democracia. Democracia no consiste en votar cada cuatro años sino el respeto a la dignidad de las personas. Y luego está el Gobierno de España que no apoya tanto a los venezolanos -que es difícil con los majaderos chavistas al frente pero hay que hacerlo- y defiende poco a la oposición venezolana. Todo esto es cierto. Lo único que me preocupa es que Venezuela se convierta en una obsesión y en una obsesión interesada. Sí, es cierto que se trata de una dictadura comunista disfrazada de democracia o de una democracia pervertida por el marxismo populista, que es lo mismo. Pero también lo es que ha mantenido algunos puntos de sensatez. Un detalle, en Venezuela existe el derecho a la vida con supresión del aborto, mientras que España se ha convertido en el paraíso del crimen prenatal. ¿Injerencia en Venezuela? Cuanta más, mejor, pero sin estafas. Eulogio López eulogio@hispanidad.com