• Muchos cristianos no pueden aceptar que Cristina Cifuentes haya aprobado la imposición del homosexualismo en los colegios.
  • Aseguran que es cosa de Ciudadanos, a pesar de que las normas llevan la firma de Cifuentes… como no podía ser de otro modo.
  • No digas lo que la gente no está dispuesta a creer, aunque sea cierto.
Caso real. Dos profesoras de un colegio católico madrileño, de imponente cultura y poca información, hablan sobre las nuevas normas de identidad de género de la Comunidad de Madrid, que les va a tocar a aplicar en su colegio… a la fuerza. Una de ellas afirma: "No es posible que Cifuentes haya aprobado esto. Debe ser cosa de Ciudadanos y los socialistas que le han obligado". Pues no, Cifuentes está feliz con sus normas de ideología de género en el colegio. No solo eso, a su barbaridad unió la soberbia de enfrentarse a los obispos que han criticado sus apestosas normas. Lo que pasa es que muchos católicos no están dispuestos a admitir la cristofobia del PP,  y sienten hacia el partido gobernante una especie de veneración. O, como aseguran los publicistas norteamericanos, "no digas lo que la gente no está dispuesta a creer aunque sea cierto". Eulogio López eulogio@hispanidad.com