Ignacio Vidal-Folch, desde El País, nos explica cómo arreglar los males de la iglesia: dale una novia al cura. Una a cada uno, se entiende. O dos o tres.

Es como el chiste de Eugenio:

- ¿Usted qué opina de que los curas se casen?

- Hombre, si se quieren, si se quieren.

Y el Papa Francisco sin enterarse.

​Los enemigos del Cuerpo Místico quieren luteranizarla... para que el obispo pueda presentarte a su señora

Y esto lo dice el señor Vidal-Folch, una de las grandes plumas de El País. Quien, por cierto, lo ha sacado de cualquier opúsculo de cuantos pretenden luteranizar a la Iglesia de Roma. Ya saben, para que el obispo pueda presentarte a su señora.

A veces me preocupa la casta intelectual dirigente.