Coca Cola ha comprado la cadena de cafeterías Costa Coffee por 3.900 millones de euros. Pocos días antes, Nestlé había llegado a un acuerdo comercial con Starbucks, del que todavía no sabemos cómo va a terminar, pero no lo imaginamos.

¿Un par de operaciones más intermediadas por bancos de inversión? ¡Y un jamón de mico! Hablamos de una constante en el mundo empresarial y político, que se erige bajo la máxima de que los pequeños deben desaparecer. Los pequeños países porque no pueden defenderse por sí solos en un mundo global. Las pequeñas empresas porque las multinacionales les imponen sus márgenes y monopolizan a sus proveedores.

Los casos de Nestlé-Starbucks y Coca Cola-Costa Coffee marcan el camino

Es la lucha de nuestro tiempo, uno de los elementos de esa III Guerra Mundial por etapas (y por segmentos) de la que habla el Papa Francisco: la globalización económica se ha convertido en un estanque donde el pez grande se come al chico sin que este posea la menor posibilidad para huir.

La globalización de izquierdas conduce a un gobierno mundial, la globalización de derechas conduce a un monopolio global

Lo grande extermina a lo pequeño… y resulta mucho más humano lo pequeño que lo grande. Es una verdadera tiranía mundial, ya en presente, aunque inconclusa, no un futurible. Ya ha empezado con Coca-Cola-Costa Coffee (compra) y con Nestlé-Starbucks (acuerdo), aunque en ambos casos hablamos, no de fusión empresarial, sino de venta, en el primero y colaboración comercial (en el segundo). ¿Acaso no nos damos cuenta de que se trata de fusionar el café en la producción y en la distribución? ¿acaso esa unión de productores y distribuidores no significa una mayor presión, angustiosa presión, sobre el productor? Pregunten en Sudán.

Y cuando haya un solo monopolio por sector, iremos al monopolio multisectorial

Y lo malo es que quien no aplauda la globalización capitalista –la de las fusiones empresariales- o la globalización comunista actual, es un antiguo. La globalización de izquierdas, socialista, es lo mismo: conlleva la desaparición de los estados-nación, del concepto de patria, y el correspondiente lanzamiento de todo tipo de unidades supranacionales, camino del futuro gobierno mundial.

La globalización comunista pretende un Gobierno mundial, el del Nuevo Orden (NOM), bajo paraguas ONU

De lo que estamos hablando es de una tiranía global: política y económica. La política opera bajo el paraguas de la ideología única progre del Nuevo Orden Mundial (NOM), encarnada en Naciones Unidas, ferozmente anticristiano. La de derechas es la globalización económica: las empresas tienen que ser menos y más grandes, hasta conseguir el monopolio mundial y eliminar la competencia y la propiedad privada.

O sea, que un solo mundo. El lema de la izquierda significa eso: un tiranía de alcance mundial. ¿A que resulta bello y hermoso?