Decíamos ayer, que la monarquía española no atraviesa su mejor momento El rey Felipe VI está enfadado con el sanchismo, porque todos los socios de Sánchez se dedican a poner en entredicho a la monarquía. La izquierda podemita está empeñada en la III República, el caldo de cultivo -un pelín ácrata- donde ellos se mueven a gusto.

Que el rey recupere las raíces cristianas de la monarquía española. Y si no, pues la III República

El problema es que a SM Felipe VI le vienen todos los ataques, entre otras cosas, por hacerse el progre. Un rey progre es algo todavía más tonto que un cura progre. Juan Carlos I siempre tuvo la convicción de que no necesitaba la cercanía del PSOE porque la derecha siempre estaría a su lado. Pues se equivocaba. Por dos razones; en España ha crecido una fortísima derecha pagana (el conjunto de Ciudadanos y las tres cuartas partes del PP) y la Iglesia ha aprendido que nada gana con apoyar la monarquía que juega a progre, moderna y panecologista, y a la que nada fastidia más que ser fotografiada.