• Y lo peor: los pueblos de Occidente reclaman ese totalitarismo, aunque lo llamen democracia.
  • Totalitarismo es que el Estado se encargue de todo, de la totalidad de nuestras vidas. De ahí su nombre.
  • Y nosotros no dejamos de reclamarle que lo haga.
¿Le suena raro? ¿Cómo van a ser totalitarios los cuatro partidos más votados de España? Bueno, digamos que todavía no lo son pero van camino de serlo. A ver si nos entendemos: el nombre totalitarismo deriva de la manía del Estado por inmiscuirse hasta en los aspectos más íntimos de la vida del individuo. Y no se engañen: el Estado es una institución y no tiene alma. Por tanto, los que desean inmiscuirse en todo son unos señores llamados políticos. Ni más ni menos. PP y el PSOE defienden el Estado del Bienestar, que tuvo sentido en su día y ahora sirve para que el vago se aproveche del esforzado y para que el Estado se aproveche de vagos y esforzados con unos impuestos siempre crecientes para unos servicios imposibles. Y como son imposibles porque nadie los puede financiar, hemos decidido no tener hijos, que es lo más cómodo, con lo que la población envejece y el círculo vicioso se cierra: más gastos del Estado, más déficit, más impuestos, más miseria. Podemos simplemente ha elevado a teoría -pedantona que de Pablo Iglesias hablamos- lo que es praxis en PP y PSOE: un Estado tan pesado que nadie lo puede sustentar ni soportar. Y Ciudadanos no es el liberalismo que lucha contra el Estado. ¡Anda ya! Albert Rivera no es más que el guardián de la corrupción que busca la regeneración… ¿De la sociedad? No, del Estado. ¿Y saben qué? El Estado no se puede regenerar. El Estado juega con el dinero de los demás y, por tanto, el Estado, el Gobierno, la clase política siempre será corrupta. Lo que hay que hacer es achicar el Estado y dar preponderancia al individuo. La solidaridad del Estado no es más que extorsión, mientras que la solidaridad privada es caridad, es decir, repartir con el más necesitado porque no me gusta la miseria, porque me aburre la opulencia y… porque me da la realísima gana. En cualquier caso, del Estado hablamos. Le reclamamos derechos, no libertades. Sin darnos cuenta de que los derechos sólo necesitan financiación y la financiación corre a cargo de los presuntos titulares de esos derechos. En cualquier caso, los cuatro partidos defienden el totalitarismo: que la totalidad del individuo viva, o sobreviva, pendiente del Estado. Háganme caso, no le pidan nada al Estado porque se lo quitará a usted; no reclame más derechos porque el Estado le impondrá deberes para pagarlo. Y encima. Tonto de usted, le estará agradecido. Eulogio López eulogio@hispanidad.com