• Y un obispo grande llamado José Ignacio Munilla… y párrocos grandes de barrio bajos.

¡Qué grande es el obispo Munilla! Grande entre los grandes. Su homilía en la Eucaristía de la Semana Grande, Fiesta de La Asunción, estuvo dedicada a Santa María pero ojo, en relación directa con esta etapa de fin de ciclo. Y eligió, como hombre obediente a Roma, un cita del papa Francisco sobre Señor del Mundo, la novela de Robert Benson que trata, precisamente, sobre el fin del mundo, o mejor, sobre el juicio de las naciones que precederá (a lo mejor con muchos siglos, ojo) a la II Venida de Cristo. Todo ello según la ideología Nuevo Orden Mundial. El obispo de San Sebastián lo explica así: "¿Cuál es la tesis de la citada novela recomendada por el Papa, y a la que me remito para inspirar el diagnóstico de nuestra crisis contemporánea? Se trata de una profecía de la llegada de un falso humanismo mundial, de apariencia pacífica y adornado de ciertos valores éticos, pero que en nombre de lo políticamente correcto pretende imponer unos valores contrarios a la ley natural y a la ley divina; y para ello se empeña en reducir el cristianismo a su dimensión privada, expulsándolo de la vida pública. La novela no tiene desperdicio, hasta el punto de que uno tiene la sensación de estar contemplando en ella la radiografía de nuestros días". Entendámonos, la Madre de Dios está más actual que nunca en esta etapa fin de ciclo. Lo que no era normal un siglo atrás lo es hoy… porque vivimos un tiempo un tanto especial. Y hay clérigos que no están dispuestos a ocultar este protagonismo extraordinario de la Corredentora. Por ejemplo, en una iglesia anónima, de barrio bajo de Madrid, oro cura con agallas habló ese mismo día, La Asunción, de Bosnia, es decir, de Medjugorje, quizás aprovechando los peligrosos vientos que soplan en algunas instancias vaticanas contra las apariciones marianas más importantes del momento presente. Para entendernos, estamos en etapa fin de ciclo, y el protagonismo de la Señora es la clave de la historia actual, Son muchos los que se dan cuenta de ambas cosas -fin de ciclo y apariciones marianas- pero pocos se atreven a decirlo. Munilla y algún cura de barrio se apuntan a la fiesta. Eulogio López eulogio@hispanidad.com