• ¿Es tan indignante lo de José Mota?
  • A mí me pareció un relato lleno de ingenio y muy actual.
  • El hombre que se aferra a la vida.
  • Paliar la desesperación con mentiras no significa otra cosa que aumentar la desesperación.
  • Mota es el único que, al menos por ahora, muestra talento para no caer en la sal gorda de la parodia sexual o anticlerical.
  • Porque el sexo y los curas es lo que utilizan aquellos a los que no se les ocurre otra cosa.
José Mota (en la imagen) probablemente sea el mejor cómico español del momento. Y el más respetuoso de todos, el que menos acude a la zafiedad habitual (por ejemplo, el Gran Wyoming): la parodia sexual o anticlerical. Porque el sexo y los curas es lo que utilizan aquéllos a los que no se les ocurre otra cosa. Pues bien, alguien ha tenido que pedir perdón -con ese arrepentimiento vacuo perpetrado ante las cámaras- por una historieta cómica de RTVE, de José Mota, en la que se representa a un hombre desahuciado que se empeña en comprar a su médico para que le prometa una vida más duradera. A mí no me pareció ofensivo y sí muy bueno. Revela cómo la desesperación intenta comprar al experto con una mentira. Como si la mentira pudiera arreglar algo. Y también el valor del experto, al que confundimos con Dios. Y también, quizás lo más importante, para atacar a uno de los grandes males de esta sociedad moderna, tan puritana que sólo tiene un tabú: la muerte, un concepto que trata de evitar y que alude a una realidad inevitable. José Mota lo ha hecho muy bien, pero como ha puesto el dedo en la llaga ha molestado a quienes sólo tienen un tabú: la inevitable muerte. Eulogio López eulogio@hispanidad.com