No lo digo yo, sino un importante CEO del IBEX: “El teletrabajo es un ‘bluf’”.

Ahora bien, lo políticamente correcto consiste en alabarlo. Por eso, argullo a mi interlocutor que a los ecologistas les gusta el teletrabajo porque hay menos traslados y se produce menos CO2. Los progres aseguran que se pueden conciliar mejor a la vida laboral y personal y las telecos aseguran que se reduce costes.

Sin embargo, este CEO argumenta que no, que sin contacto humano no hay manera de crear.

Me temo que tiene razón.