• Otra pregunta, también inquietante: ¿éxito de Nadal o bajas temerarias?
  • Un desconocido en el sector, Forestalia, se adjudica el 'gordo', pero ¿con qué capacidad?
  • Los grandes se rebotan contra la polémica subasta, cuyo único criterio es el precio más barato.
  • Y ese precio deja la apuesta, básicamente, en empresas 'low cost' que añaden dudas a la planificación energética.
El proceso y resultados de la megasubasta de energías renovables se lo hemos contado, mientras el trasfondo del polémico concurso deja tantas preguntas como pocas respuestas sin resolver. Obviamente, la primera de ellas afecta a Iberdrola, líder mundial en renovables (en España, en concreto, con 5.5000 megavatios), cuya propuesta no cuadró, razón por la que no se adjudicó nada. Pero no es la única cuestión en el aire. La subasta, en este caso, no es una puja al uso, sino algo neutro y, sobre todo, complejo: cada eléctrica manda a ciegas su pliego -con unas condiciones concretas, que ha elaborado, naturalmente, según sus cálculos- y se entera al final si ha salido adelante o no. No se puede hablar, en sentido estricto, de ganadores o perdedores. ¿Quién se adjudica los megavatios? Está claro: el que haya presentado los mayores descuentos. Otra cosa es cómo se las arregle para cumplir, en plazos e inversiones. Esa cuestión -no menor- se verá con el tiempo. Habrá que estar atentos los próximos meses. No obstante y en principio, ofrecen más garantías empresas con larga trayectoria en el sector. En la mente del ministro Álvaro Nadal, el criterio determinante, sin embargo, está en el precio. Otra cosa es que ese precio pueda estrellarse, paradójicamente, con los precios reales, bastante más elevados. La rentabilidad, así las cosas, queda en entredicho. Y la pregunta va de suyo: ¿éxito de Nadal o bajas temerarias? Por esa razón, hay grandes del sector, como Acciona, que no han acudido a la subasta. No les interesaba, directamente. Y otros grandes, como Iberdrola, Viesgo o EDP, se han quedado fuera. Pero no por otras razones que sus cálculos. Hay grandes, sin embargo -como Gas Natural, Gamesa o la filial verde de Endesa, Enel Green Power España- que se han adjudicado megavatios, ojo, acomodados también a sus propios cálculos. Y para cumplir, tienen previstas unas inversiones. Por ejemplo, Endesa ya ha anunciado inversiones de 600 millones para construir la potencia eólica que se ha adjudicado. La eólica, queda probado una vez más, es más eficiente que la fotovoltaica, pero la pregunta principal que sigue en el aire es cómo cumplirá Forestalia, una desconocida en el sector, para responder con lo que se ha adjudicado, nada más y nada menos, que 1.500 MV, ahí es nada (es un tercio de la capacidad actual de Iberdrola). Pero la empresa aragonesa insiste, aunque está por ver cómo lo conseguirá, en garantizar "un modelo de negocio eficiente, viable, flexible". Rafael Esparza