Para que luego digan que el café de Starbucks es caro (sólo en Europa). Explota a los cultivadores de café en origen pero luego, en Occidente, una vez obtenido el beneficio que hunde a los africanos y sangra a los europeos, los chicos son muy progres. Sus sueldos son muy cortos pero su generosidad es tan grande que están dispuestos a financiar el cambio de sexo de sus trabajadores.

Es lógica: mejoras salariales las piden el conjunto de los trabajadores de sus 27.000 establecimientos y eso resultaría muy caro, pero cambiar de sexo sólo se le ocurre a unos pocos. Es más barato.