Soñé que toda la planificación de la humanidad perentoria,
había aplastado a la naturaleza finalmente bajo el pie del hombre;
el control de la natalidad y el regocijo,
la tierra completamente esterilizada”.

El escritor Clive Lewis sabía de qué hablaba cunado hablaba de la humanidad estéril y de la tierra baldía. Porque las sociedades infértiles son como la tierra baldía: sociedades muertas, habitadas por zombis.

Occidente no necesita emigrantes, necesita hijos

Occidente no necesita emigrantes, necesita hijos. Y en el orbe cristiano abundan las familias zombis, incapaces de creer, por tanto, incapaces de crear, por tanto, incapaces de procrear.

Pero no se asusten ni se amarguen, la solución es fácil: familias numerosas.

Vivimos en el resentimiento del vago hacia el laborioso, calumnias del inclemente frente al generoso, rencor del  desesperado frente al confiado y envidia del impecune frente al pudiente

Es cierto, los poderes públicos se lo han puesto difícil a las familias numerosas. Todo en Occidente está pensado para no tener hijos. Los poderes públicos tratan de crear una sociedad incapaz de entregarse al otro, incapaz de compartir.

Pero la solución es fácil: familias numerosas

Mientras, la gran mentira crece: se llama fraternidad a lo que no es otra cosa que resentimiento del vago hacia el laborioso, calumnias del inclemente frente al generoso, rencor del desesperado frente al confiado y envidia del impecune frente al pudiente.

Pero no se apuren, insisto, la solución es fácil: cree usted una familia numerosa.