Me encanta este párrafo del Libro de la Sabiduría. Que se leía en la Eucaristía del pasado viernes. Ahí va, que no puede ser más actual:

Libro de la Sabiduría 2, 1a.12-22

Los malvados, reflexionando equivocadamente, dicen: 
"Pongamos trampas al justo, porque nos resulta insoportable y se opone a nuestra forma de actuar; nos echa en cara que no hemos cumplido la ley y nos reprocha las faltas contra la educación recibida; presume de conocer a Dios y se proclama a sí mismo hijo del Señor.
Es un reproche contra nuestros pensamientos, y sólo verlo nos molesta. Pues lleva una vida distinta de los demás y va por caminos muy diferentes; nos considera moneda falsa, se aparta de nosotros como si fuéramos impuros; proclama dichosa la suerte de los justos y presume de tener a Dios por Padre. 
Veamos si es verdad lo que dice, comprobemos cómo le va al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo asistirá y lo librará de las manos de sus adversarios. Probémoslo con ofensas y tortura: así veremos hasta dónde llega su paciencia y comprobaremos su resistencia. Condenémoslo a una muerte deshonrosa, pues, según dice, Dios lo librará".

El signo de los tiempos es la cristofobia, en concreto sobre los católicos, a los que sólo verlos da grima, como se lee en muchas traducciones del Libro de la Sabiduría. Su propia presencia nos molesta y preferimos amordazarlo primero y matarlo después.

Y en el entretanto, retar a Dios: si tan poderoso eres y tanto le quieres, sálvale de nuestras manos.

La mejor descripción de la sociedad actual la he encontrado en el Libro de la Sabiduría, escrito hace más de 2.000 años

Insisto: no he visto mejor descripción de la sociedad actual ‘postcristiana’ que la de esta obra inspirada hace más de 2.000 años.

Estamos creando una atmósfera cultural que no soporta ni la mera existencia del cristiano. Pero tampoco es para preocupar. Cristo siempre gana.