El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sufre una verdadera obsesión anti-española. Supongo que algún compatriota, alguna vez, hace algunos años, le hizo alguna cochinada y ha decidido que tiene toda una Presidencia para vengarse.

Así, Obrador, hombre del pueblo, tiene por objetivo primero quedar bien con el pueblo. Eso ante todo. Así, para justificar su gestión ante el coronavirus decidió entrar en comparaciones. No es que México haya sido una maravilla en la lucha contra el virus. Pero el amigo Obrador nos ha recordado dos cosas:

  1. En México ha habido menos muertos que en España.
  2. El PIB mexicano ha caído menos que el español.

Y desgraciadamente, el muy… tiene razón. En ambas cosas.

Eso sí, el presidente mexicano sufre una verdadera obsesión antiespañola

En efecto, es difícil encontrar a algún mandatario en el mundo que lo haya hecho tan mal -y que encima presuma tanto de ello- como don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el narciso de Moncloa.

Y encima, RTVE responde a Obrador con cifras absolutas, asegurando que México es uno de los países con más fallecidos por el Covid-19. Es decir, RTVE vuelve a las andadas, a la mentira de comparar cifras absolutas. Naturalmente que habrá más muertos en México que en España por la epidemia: como que España tiene 46 millones de habitantes y México más de 110 millones. Eso sí, en cifras relativas, en porcentaje, España sigue superando a México, aunque doblegamos la curva mucho antes que ellos.

Sí, México ha sufrido menos muertos por Covid que España. Y Estados Unidos y Brasil y…

Ahora bien, eso no quita la obsesión antiespañola de Obrador, un demagogo de mortadela, todavía empeñado en la leyenda del genocidio español, cuando lo que hicieron los conquistadores españoles con los pueblos azteca y maya, unos salvajes de tomo y lomo, consistió en una liberación.