• Por lo demás, la corrupción de lo mejor es lo peor.
  • Los escándalos que sacuden a la Iglesia son prueba de su autenticidad.  
Nos cuesta entender que la corrupción de lo mejor es lo peor. Lo mejor es la Iglesia de Cristo. Por tanto, como recordaba Clive Lewis, "las grandes aberraciones siempre se cometen al lado del altar". Un escándalo al lado del altar no es sino una ratificación de la autenticidad de la Iglesia. Lo otro no es más que la calumnia permanente que sufre la Iglesia de Cristo porque el único hecho de ser eso, la de Cristo, esto es, la verdadera. Hasta ahí las aberraciones que se cometen en la Iglesia son síntomas de veracidad. Pero ojo, si pasa de ahí, de mal procede. En definitiva, si la media de los cristianos no es mejor que la media social entonces sí: sería para sospechar. Pero los escándalos, muchos de ellos forzados y siempre exagerados, que afectan a la Iglesia Católica, no pueden el juicio más definitivo: ¿Y la media? Eulogio López eulogio@hispanidad.com