Pedro Sánchez es un producto LODE (1985)-LOGSE (1990), las dos grandes aportaciones educativas del PSOE a la historia reciente de España, ambas oscurecidas por el brillo sin par, argentino de la LOMLOE de doña Isabel Celaá. Esta las supera a todas.

La Lode era anticristiana y exigía medio cerebro y una miajita de esfuerzo; la Logse era más anticristiana y no exigía cerebro ni esfuerzo alguno al discente.

Por todo ello, tampoco debe extrañar que el bueno de Pedro se metiera ayer miércoles en un huerto, cuando intentó resumir la Navidad: ¿Qué es la Navidad?: pues el hombre tartamudeaba, pero al final le salió algo así como la “fiesta de los afectos”. O sea, algo más cursi que bailar la música del telediario, y más hortera que un repollo con lazo rojo.

El asunto fue aprovechado, escasamente aprovechado, no se crean, por el líder del PP Pablo Casado, para recordarle, menos mal, que la Navidad es “el nacimiento de Jesús”, ni de lejos voló tan alto como su subordinada en el PP, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, pero menos da una piedra y más daño hace. Y en cualquier caso, la Navidad es eso: el cumpleaños de Cristo. Para todo: para los cristianos es la encarnación de Dios, para los ateos, el nacimiento de un hombre que cambió tanto el mundo que hasta los años se cuentan según su advenimiento.

El infierno es un lugar donde no hay guerras sino sólo odios, donde siembras rencores eternos y cosechas progresistas cursis

Volvamos al de los afectos. Chesterton definía el Cielo como “un lugar donde se puede pelear eternamente sin lastimar”. Por las mismas, podría definir al infierno como un lugar donde no hay guerras sino sólo odios, donde siembras rencores y cosechas progresistas. El Averno es el reino del puritanismo progre, de los afectos de Sánchez. En el infierno no hay guerras, sólo progres: es grave.

El infierno es un Estado democrático donde se vota cada cuatro años y siempre es elegido el mismo, de forma legítima, por supuesto.

Pero la culpa de la horterada de los fiesta de los ‘afectos’ no la tiene Pedro Sánchez, él sólo es una víctima de la LODE y la LOGSE.

¡Pobre hombre!