• Benedicto XVI hubo de afrontar la crisis de Cáritas Internacional, quien hizo suyos los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) claramente abortistas.
  • Benedicto XVI frenó esa infiltración con una aclaración trascendental: las instituciones sociales de la Iglesia católica deben ser católicas.
  • Más NOM: la UNESCO quiere que a los niños de 10 años se les hable de coito anal y de condones pero nada de credos.
  • El Anticristo será pacifista, ecologista y ecumenista, dijo un tipo inteligente. 
Decíamos ayer que el sacerdote argentino Juan Claudio Sanahuja había impartido en Madrid una conferencia magistral sobre el Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, la nueva masonería internacional que se ha infiltrado en la Iglesia, su gran enemigo. El NOM es una especie de filantropía que pretende acabar con el hambre en el mundo a costa de terminar con los hambrientos, a ser posible antes de que nazcan, que de mayores se rebelan. Hay que reconocer que constituye el camino más directo. Y el NOM es, también, la ideología y la conjura más importante que hayan visto los tiempos modernos contra la Iglesia Católica, a la que pretende cambiar por una religión universal. Vuelve Sanahuja a los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) y nos cuenta cómo Cáritas Internacional aceptó los Objetivos y los hizo suyos. Es decir, hizo suya la pantomima de los derechos reproductivos y el aborto. La Iglesia cesó a la secretaria general de Cáritas, Lesley-Anne Knight, quien se negó a salir y se hizo fuerte: la institución es mía, los papas pasan pero yo permanezco. Todo porque Benedicto XVI, recuerda también Sanahuja, explicó cómo deben ser las instituciones de caridad de la Iglesia católica, que no son ONG. El párrafo es largo pero puede resumirse así: las instituciones católicas deben ser católicas. Ahí van las palabras de Benedicto XVI: "La fe y el sano discernimiento cristiano nos llevan, por tanto, a prestar una atención profética a esta problemática ética y a la mentalidad subyacente. La justa colaboración con las instancias internacionales en el ámbito del desarrollo y la promoción humana, no deben hacer que cerremos los ojos frente a estas graves ideologías y los pastores de la Iglesia (...) tienen el deber de advertir de estos desvíos tanto a los fieles católicos como a todas las personas de buena voluntad y de recta razón. Se trata, de hecho, de una deriva negativa para el hombre, aunque se disfrace de buenos sentimientos en nombre de un supuesto progreso, o de presuntos derechos o de presunto humanismo. Frente a esta reducción antropológica: ¿Cuál es la tarea de todos los cristianos, y especialmente de quienes se dedican a las actividades de caridad, y por tanto están estrechamente relacionadas con muchos otros actores sociales? Ciertamente tenemos que ejercer una vigilancia crítica y, a veces, recusar financiamientos y colaboraciones que, directa o indirectamente, favorezcan acciones o proyectos en contraste con la antropología cristiana". Mal cosa cuando un Papa se ve obligado a recordar la evidencia. ¿Fue injusto el despido de Leslie-Anne? Al parecer no mucho: en cuanto la Iglesia consiguió librarse de ella, fichó por una organización masónica-NOM: The Elders. Y ha sido la primera ejecutiva de la logia, perdón, ONG de altura. Al año estaba de Ceo de The Elders: doce ex jefes de Estado de Gobierno y de Naciones Unidas pregonan la nueva religión universal. Y, como todo esto es blanco y en botella, por los predios de Leslie-Anne y de The Elders también figura, cómo no, Mary Robinson, la gran homosexualista y abortera irlandesa, engendro ideológico parido en la ONU. Es la misma, recuerda Sanahuja, que pretende una Declaración de los Derechos Humanos en clave de ideología de género: abortera, homosexualista, etc., conocida como los principios de Jakarta. Sanahuja recuerda también que en el Parlamento Mundial de las Religiones (por cierto, existe un Parlamento catalán de las religiones) es donde hace Hans Küng la presentación de su "ética planetaria". Es decir, otro intento consiste en imponer la Carta de la Tierra (sustituto de los 10 mandamientos, redactada por Mijail Gorvachov y Federico Mayor Zaragoza). Por ahí también anda Leonardo Boff, cómo no. Hablando de Mayor Zaragoza, ¿saben lo que pretende la UNESCO? Pues que a los niños de 10 años se les hable de coito anal, algo muy provechoso, así como de condones pero, eso sí, nada de credos y doctrinas. Les basta con la fraternidad universal, la ideología de género y el respeto a la diversidad. O como asegura Leonardo Boff: lo importante es la espiritualidad. Y termino con otra genial aportación de Juan Claudio Sanahuja cuando recuerda unas palabras del obispo Giacomo Biffi: el Anticristo será pacifista, ecologista y ecumenista. Eulogio López eulogio@hispanidad.com