Ocurrió el domingo, pero suele ocurrir todos los días en RTVE desde que Pedro Sánchez ocupa La Moncloa. La televisión pública, que pagamos entre todos, pero donde manda el señor Sánchez, dedicó el domingo cuatro minutos largos en el informativo de mediodía (una barbaridad de tiempo para un telediario) a enaltecer la película blasfema de los Monty Python, La vida de Brian. Una blasfemia continuada que, según RTVE, supone la mejor comedia de la historia del cine. ¡Y que viva la ecuanimidad!

Pero ni Sánchez ni sus chicos de la tele pública lo hacen por molestar. Además, si no sabe aguantar una broma, márchese del pueblo.

Cuidado con no tomarse en serio a la blasfemia, porque la blasfemia tiende a la abolición de Dios, que siempre resulta el primer paso para abolir al hombre.

Y lo que más me sorprendente de todo es que ni los Monty Python se atreven a realizar una blasfemia de este calado -ni otra menor- con la vida de Mahoma ni RTVE se atrevería a alabarlo, ¿Por qué será?