Todo depende de Ciudadanos, en Navarra como en Madrid, y, si me apuran, en toda España. Pero Cs no deja de ser el tercer partido y más dividido que nunca.

Los enfrentamientos parten del propio líder, empeñado, contra el parecer de Inés Arrimadas, en colocar a Begoña Villacís como alcaldesa de Madrid. De esta forma romperá la endeble alianza de PP y Ciudadanos, algo que a lo mejor sus votantes no le perdonarán tan fácilmente.

Inés Arrimadas, por su parte, cree llegado el momento de pensar en el liderazgo

Quiere a Villacís en Madrid porque puede proporcionar mucho juego y algún negocio -político, claro-.

Ahroa bien, Inés Arrimadas, cuyo esposo tiene una consultora pujante, está empezando a madurar el propósito que le trajo a Madrid y que no es otro que de el de hacerse con el liderazgo de Ciudadanos. Hay que reconocer que la casi número dos tiene mejor imagen pública que el número uno.  

Y saben una cosa: de esta jaula de grillos depende la gobernabilidad de España.

Claro, que a lo mejor es mejor el desgobierno inestable que el Ejecutivo pétreo.