• El desastre moral del Reino Unido desde la postguerra hasta aquí ha degenerado en homosexualismo y en pederastia. ¿Qué esperaban?
  • Cuando se trata de curas entonces se habla de pedofilia una y otra vez. Pero si se trata de progresistas decimos "abusos sexuales".
  • De hecho, el camino lógico de la degeneración sigue siendo el mismo: homosexualidad, pedofilia, incesto.
Gente del mundo del espectáculo (cine, radio, música, etc.), hasta unos 1.400 sospechosos de pedofilia en el Reino Unido, son sospechosos de haber cometido "abusos sexuales". Puntos a destacar: 1.Si se hubiera tratado de curas ya estaríamos hablando de pedofilia clerical, pero como se trata de gente del mundo de la cultura (es decir, del espectáculo y hasta del especta-culo) y de políticos hablamos de "abusos sexuales", que queda mucho más fino, aunque es lo mismo. Ya se sabe que los curas resultan despreciables, mientras la gente de la cultura es eso: gente muy culta. 2.Hablando de abusos: se esconde pudorosamente en las crónicas el hecho de que estos grupos eran de inclinaciones mayoritariamente homosexuales. Algunos se asociaban para 'abusar', no sólo de niños, sino de enfermos, disminuidos psíquicos, enfermos hospitalizados, etc., pero siempre con preferencia sodomita. Es algo que pone muy histérico al lobby gay, pero lo cierto es que el camino de la degeneración siempre es el mismo: homosexualismo, pederastia, incesto. 3.Censura. Ahora que sale a la luz el nuevo informe oficial sobre estos canallas -que los británicos han escondido durante décadas sin que nadie ponga en duda la democracia de su Graciosa Majestad- resalta la figura de Elton John como el rey del mundo de la cultura-espectáculo y, de paso, del lobby gay en el mundo anglosajón. Se acuerdan cómo hace escasamente dos meses, el 'inquisidor' homo Elton John arremetía contra dos gays de los que no hacen lobby, Dolce y Gabanna, por atreverse a decir que no creían que un niño debiera ser prohijado por dos homosexuales. 4.Hasta los cronistas más curiosos, como el corresponsal de ABC en Londres, Luis Ventoso, caen en la trampa de asegurar que entre los sospechosos existen "instituciones religiosas". Por ahora, instituciones ligadas a la Iglesia de Inglaterra, que hace tiempo que dejó de ser Iglesia para convertirse en sociedad anónima. Y reparen -más hipocresía- en que el Gobierno del aristócrata snob David Cameron, obliga a las instituciones católicas (las anglicanas tragan con todo) dedicadas a la adopción a aceptar la tramitación de niños adoptados para parejas homosexuales. En ese caldo de cultivo, ¿qué esperaban? En cualquier caso, el Reino Unido se ha convertido en el arquetipo de la pederastia homosexual y de la hipocresía progre. En España nos conformamos con arremeter contra los curas, contra todos los curas, que todos son unos pedófilos de mucho cuidado. Pero, si no, arremeteríamos por cualquier otra razón. Eulogio López eulogio@hispanidad.com