• Europa sigue en su egoísmo: cuotas transitorias de absorción de inmigrantes.
  • Y en cuanto a la Unión Europea, pues eso, a paso de tortuga. Esto sigue siendo Aleuropa: caminamos al ritmo, egoísta, que marca Berlín.
No deberían tener nada que ver terrorismo y religión, pero claro que, en la práctica, tienen mucho que ver. No con el cristianismo, claro, sino con el islam. Durante la mañana del viernes, volvió a vivirse la tragedia en Francia. Pero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presente en el Consejo Europeo, vuelve a insistir en ese lugar común: nada tiene que ver el terrorismo con la religión. Con una religión sí tiene que ver: con el islam. Lo vemos todos los días. Porque, señor Rajoy, ¿acaso hay cristianos dedicados a perpetrar atentados, decapitar al personal, prostituir mujeres y esclavizar niños? ¿A que no? Por lo demás, del Consejo Europeo poco más: compromiso europeo muy corto y que no distingue entre refugiados y miserables. Al refugiado, al que huye para salvar su vida o su libertad hay que recibirle, hay que protegerle, siempre, sea cual sea su número. Al que huye por razones económicas también y sólo se justifican la fronteras cerradas en el caso de que se le ayude en su país de origen. Y España, que conste, no lo ha hecho mal y sin ninguna ayuda de Europa. Senegal es nuestra mayor gloria; de ahí ya no salen pateras. Ahora el problema lo tenemos en Marruecos… y con Marruecos. Y en cuanto al proceso de Unión Europea, pues hombre, no estamos en la UE sino en Aleuropa. El proceso camina al ritmo que marca Alemania y según le convenga a Alemania. No hay deuda pública común, no hay fiscalidad común, no hay mercado laboral común y no hay salarios comunes. Porque a Alemania no le interesa. Eulogio López eulogio@hispanidad.com