• Que no deja de ser la mayor tiranía del mundo.
  • Mariano: hay que negociar hasta con el diablo, sí, pero no se puede callar ante el diablo.
  • No puede callar ante la liberticida política china del hijo único.
  • No puede callar ante la persecución china a la Iglesia de Roma, más terrible aún que la islámica.
  • El totalitarismo chino une a Mammón y Moloch.
  • Señor Presidente: un adarme de dignidad, por favor.
Pero, ¿es que no tiene usted, don Mariano, un mínimo de dignidad? La "Ruta de la seda" no es sino un espantajo agitado por el Gobierno de Beijing para atraer capitales a China a cambio del favor de que nadie menciona la espantosa tiranía con la que esclaviza a una sexta parte de la humanidad. El presidente del Gobierno español se ha mostrado baboso y servil ante el cebo chino, insisto, la mayor tiranía del mundo, políticamente comunista y económicamente financista, esto es, lo peor del capitalismo. Un país, dos sistemas: y ha cogido lo peor de ambos sistemas. Cuando le llamo la mayor tiranía del mundo, no hablo por hablar. Lo concreto en dos elementos del Régimen chino: la política del hijo único (¿Cabe mayor liberticidio?) y la persecución, no a las religiones, sino al cristianismo. Persecución aún más repugnante que la islámica. La persecución musulmana mata la hombre, la china mata al hombre y a las ideas, pues mientras encarcela y mata a los católicos crea una Iglesia cismática, dependiente del partido comunista y opuesta a Roma. Pero como es un buen socio comercial, todos callamos… empezando por el sumiso Mariano. Y eso que ahí estaba el presidente del Gobierno de España, dócil ante el tirano a cambio de unas monedas, como un paniaguado ante el amo, un miserable de tomo y lomo llamado Xi Jinping, un tipejo que no entiende nada de libertad, nada de trascendencia, pero que ha comprendido como nadie las quisicosas del capitalismo financista -es decir, especulativo- en el que se adora a Mammón, el ídolo más sangriento que conoce la historia. Porque no olvidemos que Mammón, el dios-dinero, siempre acaba en Moloch, el Dios que no soporta la debilidad y al que siempre se le han ofrecido sacrificios humanos, especialmente de niños. Y MammónMoloch, unen la adoración del dinero con el sacrificio de niños. La prueba la tienen en el buey (a Moloch se le representaba así con cuerpo de hombre y cabeza de toro o de carnero) escondido en el billete de un dólar. Esa unión china entre Mammón y Moloch, un país dos sistemas (el comunista y el capitalista en mezcolanza) es la que un pastueño Rajoy alaba, indulgente y sin atreverse a criticar, ni con una declaración a la prensa, la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades públicas, sobre todo del derecho a la libertad religiosa de los cristianos. Pero Mariano sonríe, indulgente: va a conseguir muchos contratos de infraestructuras. ¿A que no? ¿A que encima, le engañan? En cualquier caso, Mariano, hay que negociar hasta con el diablo, sí, pero no se puede callar ante el diablo. Eso se llama cobardía. Eulogio López eulogio@hispanidad.com