• Lo otro es Síndrome de Estocolmo, cobardía pura.
  • Síndrome de Estocolmo: el malo no es el secuestrador que me tiene secuestrado sino el policía que viene a salvarme.
  • Porque podría cabrear a mi secuestrador y éste pegarme un tiro.  
  • Tras el 17 de agosto (17-A), tanto Moncloa como la Generalitat han reaccionado como los españoles ante el 11-M.
  • Y no como los norteamericanos ante el 11-S.
Antes de volvernos locos: o el aviso de la CIA llegó a la policía catalana, a los Mossos, o no llegó. Esa misma policía y su superior político, el Gobierno de la Generalitat, reconocen que sí llegó… y lo que les ha costado reconocerlo. ¿Por lo tanto, el conseller y el jefe de los mozos (en la imagen Joaquim Forn) han mentido? Sí, han mentido. Ahora bien, no todas las mentiras son igual de graves. Pueden haber acertado o no al hacer caso -en este caso al no hacerlo- de la información que llegaba de la CIA pero también hay que juzgar a los Mossos por cómo investigaron el atentado. Además, seguro que en mayo los terroristas pensaban atentar de la forma que lo hicieron o era una mera hipótesis entre otras muchas. En nuestra modesta opinión resulta más grave la no-valoración de la información llegada de Bélgica sobre el imán de Ripoll. En cualquier caso, el enemigo, como aseguran en Moncloa, aunque lo hagan de forma interesada, sigue siendo el terrorista, no los españoles. Para entendernos, don Carles Puigdemont: los malos no somos los españoles, son los islámicos. Lo otro es Síndrome de Estocolmo, cobardía pura. Y en cualquier caso, tras el 17 de agosto (17-A), tanto Moncloa como la Generalitat han reaccionado como los españoles ante el 11-M, no como los norteamericanos ante el 11-S: para Puigdemont, preso del síndrome de Estocolmo, es decir, de cobardía, los malos son los españoles, no lo yihadistas. El malo no es el secuestrador que me tiene secuestrado sino el policía que viene a salvarme, porque podría cabrear a mi secuestrador y éste pegarme un tiro. Pura cobardía. Eulogio López eulogio@hispanidad.com