• Cuando la aberración se vuelve habitual.
  • Se embarazaban, abortaban y luego decían al seguro que habían tenido un accidente.
  • Ya saben: pura sensibilidad maternal.
  • No ha ocurrido en Siria, sino en Almería.
  • Y no es ésta la lacra social de la que hablaba el muy sensible nuevo presidente del congreso, don Patxi López.
No es broma. Primero se embarazaban, luego abortaban y luego decían que habían tenido un accidente de tráfico para reclamar al seguro una indemnización por el niño muerto… más bien por el niño matado. Repetimos, porque comprendemos que es difícil cogerlo. El fraude era muy sencillo. Primero te quedas embarazada, algo así como una tempestad de emoción con consecuencias buscadas pero no deseadas. La consecuencia, a fin de cuentas, no es más que un ser humano. Luego tomas cualquier abortivo químico -que podría ser cualquier anticonceptivo actual del mercado pero conviene no arriesgar: abortivo puro- y luego dices que has abortado por un accidente de coche. Y que pague el seguro. ¿A quién se le puede ocurrir algo tan homicida y retorcido? Pues ya ven: no ha ocurrido en Siria, ha ocurrido en Andalucía. Por cierto, cuando Patxi López, el muy sentido nuevo presidente socialista del Congreso se refería en su discurso inicial a esa otra "lacra" de nuestro tiempo, pareja a la del terrorismo, no estaba hablando de estas miserables del sur de España que procrean para matar y matan para estafar todo a un tiempo, utilizando a sus propios hijos. Estas son víctimas Se refería a la violencia machista. Que eso sí que es una lacra que demuestra, sin lugar a dudas, que el varón es perverso y la mujer una santa. ¿Y estas miserables? Unas pobres víctimas obligadas a abortar y estafar. Eulogio López eulogio@hispanidad.com