Podemos es un partido de resentidos y envidiosos. Son neocomunistas. Por eso, el latigillo favorito de Iglesias sigue siendo este: "Lo más sensato es...". Lógico: dime de qué presumes...

No solo eso: necesitan ser admitidos en la alta sociedad a la aspiran. Por eso ya no hablan de revolución, sino de democracia. Los neocomunistas 3.0, los bolivarianos, suspiran por la democracia en la que no creen.

​Pero el ganador de todo lo que está pasando en España no es Iglesias, sino Sánchez

No hablan de libertad, sino de derechos especialmente los pagados con el dinero de los demás. Y Pablo Echenique se dice más patriota que Santiago Abascal. Sin embargo, no se crean que Iglesias va a ganar con sus presupuestos podemitas. El que se aprovecha del pacto frentepopulista no son ni los leninistas de Podemos, ni los separatistas catalanes o vascos: es Sánchez, quien solo tiene una oportunidad de supervivencia política: permanecer un día más en el sillón de Moncloa. Y lo está consiguiendo: partido a partido.

Es su única oportunidad, porque Sánchez no es ni lo uno ni lo otro: Sánchez es la nada. Eso sí, la nada chulesca.