Con todo respeto, el nombramiento de Isabel Díaz Ayuso como candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y el de José Luis Martínez-Almeida como candidato a la Alcaldía no supone una renovación en la cúpula del Partido Popular. Casado no ha optado por jóvenes, ha optado por reservistas, porque los titulares que el deseaba no han querido. Ejemplo, para la Alcaldía de Madrid él quería a Manuel Pizarro, y su mentor le ha dado calabazas. Está muy cómodo Pizarro en El Corte Inglés y en los aledaños de Ibercaja. No necesita cargo para incluir y ya ha hecho su fortuna.

Es más, el gran problema de los partidos políticos es que la gente egregia no quiere dedicarse a la política. Por muchas razones, pero también porque el nivel de la clase política española lo marca Pedro Sánchez: ¿comprenden?

Casado no ha nombrado jóvenes, sino reservistas.

Además, el PP no necesita jóvenes: necesita nuevos y con principios firmes, sean adolescentes o matusalenes

Además, el PP no necesita jóvenes: necesita nuevos, gente alejada de la vieja guardia de un partido demasiado corrompido –sobre todo, ideológicamente corrompido– y con principios firmes, sean adolescentes o matusalenes.

Isabel Díaz Ayuso es amiga personal de Pablo Casado: le será muy leal, pero no aportará nada.

Martínez Almeida es un hombre culto, capaz, pero absolutamente inane para enfrentarse a una vieja bruja de la cosa pública como Manuela Carmena o a la sonrisas Begoña Villacís, cuya expresividad constituye un buen gancho electoral.

No, Casado no ha nombrado jóvenes ha nombrado reservistas, o reservas del filial porque le han fallado los titulares. Y la regeneración del PP necesita mucho más. Necesita esto: gente nueva de principios firmes… y políticamente incorrectos. Por de pronto, menos acomplejados.