• Nada podría coadyuvar más a una III Guerra mundial que el alejamiento de Rusia de Occidente
  • Ojo, y su proximidad a la tiranía china acelera al chiflado de Kim Jong-un.
El triunfo de Donald Trump instauró en Estados Unidos la psicosis del '¡qué vienen los rusos!'. La obsesión de Barack Obama contra Putin, al que no considera tan progresista como él, devolvió a ambos países hacia los confines de la Guerra Fría. Luego, vino el bombardeo de Trump contra Siria, que marcó un antes y un después en las relaciones entre Moscú y Washington. En el momento presente, Putin (en la imagen), se aproxima a China, la mayor tiranía del mundo y la más peligrosa. Moscú vuelve a Oriente y se sitúa frente a Occidente. Quiere seguir pintando algo en el Pacífico, una zona que junto a Siria, Israel y el Pérsico son los puntos más calientes de la zona, esos que pueden provocar la III Guerra Mundial. Es decir, lo que el Papa Francisco llama III guerra mundial por trozos. Moscú gira hacia Oriente: debería preocuparnos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com