• Al Pontífice actual cada día se le hace menos caso.
  • Hasta ahora nos mantenemos en el cisma teórico: nadie entiende nada.
  • Y entre la soberbia de los tradicionalistas y la miserable maquinación de los progresistas, creo que pronto tendremos el cisma abierto y un papa mártir.
Cumplidos ya los cuatro años de pontificado, cada día que pasa, siento que tienen menos difusión las palabras del Papa Francisco. Supongo que por estas dos razones:
  1. Los, llamémosles, tradicionalistas, es decir, los confundidos con este Papado, sinceros en sus perplejidades pero ensoberbecidos en sus juicios, han logrado poner al Papa en entredicho, por lo que su prestigio magisterial se ha reducido. Es lo que los analistas financieros llaman reputación corporativa. La de Francisco anda fatal. Los ataques de este sector al Papa son peligrosos y mucho me temo que se volverán contra ellos mismos. Andan un poco confusos. Los hay, incluso, que no disimulan las ganas de acabar con el actual Pontífice, por mor de una dimisión, una más en un lustro.
  1. Luego están los progresistas, cada vez más directamente satánicos, que se aprovechan de la perplejidad de los tradicionalistas para liquidar al Papa, a quien aseguran defender por ser uno de los suyos -no lo es- y sustituirle por uno de los suyos. Creo que a esto se refería Francisco cuando suplicaba a un famoso empresario español. "Rece por mí porque el demonio anda suelto… aquí (en el Vaticano)".
En el cisma magisterial, el teórico, que es el importante, estamos desde hace tiempo. En el otro, el cisma práctico, el del destierro de un Papa llamado al martirio, a lo mejor estamos en puertas. Lo que llega desde el Vaticano es un voz apagada, la del Papa, y un guirigay lamentable que cada uno interpreta a su aire. ¡Y qué aires! Todo esto es una impresión personal, naturalmente, y nada más que eso. Y como tal firmo presente, a 3 de agosto de 2017. Y no tiene otro valor que el que cada cual quiera darle. Yo no le doy mucho porque he aprendido, como Rajoy, a desconfiar de mí mismo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com