• Al parecer, como India es un BRIC no conviene levantar la voz contra la masacre de cristianos.
  • Alentada desde el poder, además.
Chesterton decía que sólo existen dos religiones, ergo dos cosmovisiones: cristianismo y panteísmo. Y consideraba que el panteísmo era especialmente peligroso y absurdo. Su símbolo, el círculo cerrado sobre sí mismo, era el modelo de la verdadera esclavitud del hombre. La cruz de Cristo, sin embargo, abre su brazos a toda la humanidad. No, el islam no era para Chesterton sino una caricatura externa del cristianismo, pero el panteísmo, el todo es dios, conlleva un verdadero odio tanto al Dios redentor como al hombre libre. Naturalmente, el panteísmo no cree en la libertad. Su moral no trata de superar las malas inclinaciones ni los apetitos desordenados sino de anular todo tipo de deseo que constituye la mejor manera de convertir al ser humano en un mueble. A poco que lo piensen, una horrible existencia, encerrada en el opresivo círculo de la vida. Esto es, el sacrificio redentor del Creador no tiene sentido y el esfuerzo de la criatura no tiene mérito. Por cierto, la plasmación más actual de panteísmo es el ecologismo. En cualquier caso, toda la disertación anterior no es inactual, se lo aseguro, sino todo lo contrario. Lo que ayer contaba José Ángel Gutiérrez en Hispanidad, lo que cuenta casi todos los días, no se puede dejar en el baúl de las noticias. En India, desde que subiera al poder el partido fundamentalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), el del primer ministro indio, Narendra Modi (en la imagen), la persecución de los salvajes panteístas (hindúes) contra los cristianos arrecia. Al menos la persecución mahometana contra los cristianos tiene reflejo en las televisiones y en la red, pero lo que es la hindú, en el subcontinente indio, una de la zonas más pobladas del planeta… ni se menciona. Eulogio López eulogio@hispanidad.com