• No se trata de favorecer a sindicatos ni a empresarios, sino a los padres.
  • Libertad de enseñanza es que los padres elijan escuela. Eso es el bono escolar.
  • Y el PP, tan cobardica como siempre, cede ante la escuela pública, teledirigida, y colabora para echar a Cristo de las escuelas.
Cuando Cristina Cifuentes lanzó su totalitaria ley LGTBI para adoctrinar en las escuela a madrileñas a los niños, y de forma forzosa, en el homosexualismo, Hispanidad  le preguntó al ministro de Educación, hoy portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo con Cristina Cifuentes y su ley LGTBI: "¿En serio que ha hecho eso? Claro, pero como tiene competencias". Y esto lo decía el ministro de Educación sobre la presidenta de una comunidad autónoma de su propio partido. Y este señor, Méndez de Vigo, es quien está a punto de cerrar un pacto educativo para muchos años (o al menos para algunas semanas). Volvamos al pacto. Lo explica estupendamente el diario El Mundo, que no protege, precisamente la educación católica. En el acuerdo, la asignatura de religión ha quedado relegada al último lugar. Es esa cosa que molesta algunos, cada vez menos, ninguno en el PP, y que se empeñan en sacar a colación. Pero de lo que nadie ha hablado es de algo mucho más importante que la asignatura de religión, dado que nueve de cada diez veces la tal disciplina sirve para cualquier cosa menos para enseñar la doctrina cristiana y el amor a Cristo. No, más importante es el cheque escolar, porque de lo que se trata es de que sean los padres quienes decidan la educación que se les ofrece a sus hijos y en igualdad de condiciones. No se trata de que el Estado le lave el cerebro a nuestros hijos ni tampoco se trata de que se lo laven los empresarios del sector, siempre guiados por lo políticamente correcto… incluso muchos que se confiesan católicos. Se trata de dar el poder a los padres. ¿Ustedes creen que el bono escolar tan siquiera se ha planteado en las negociaciones? Naturalmente que no. Eulogio López eulogio@hispanidad.com