• En la 'Humanae Vitae', el Papa Montini decidió prohibir la contracepción química que acabaría siendo aborto químico.
  • Lo hizo, porque los anticonceptivos atentan contra el amor conyugal y contra la vida humana.
  • La mayoría de los consultados, también dentro de la Iglesia, presionaba al Papa para que aprobara los anticonceptivos. Pero Pablo VI, hombre de diálogo, se negó en redondo. Todo muy antidemocrático.
  • Natural: la Iglesia no es nada democrática.
Los progres despendolados (probablemente una reiteración), al rebufo de un seminario celebrado en Madrid, han lanzado la idea de Pablo VI (en la imagen) como el Papa del Diálogo. Lo cual está muy bien, porque en efecto, Montini fue un gran pontífice. Y sí, muy dialogante. Pero hay que dialogar con las personas, no con los principios, porque la verdad es radicalmente intolerante. Ejemplo: la Humanae Vitae (1968). Es la primera gran encíclica papal moderna sobre el amor entre hombre y mujer y la familia pero me temo que se ha quedado (y qué quieren que les diga, casi me parece bien) como la encíclica que prohibió los anticonceptivos, precisamente para atentar contra el amor y por ser abortivo. Pues bien, las presiones sobre Pablo VI para que aceptara la píldora fue feroz, también dentro de la Iglesia. En minoría, de forma totalmente antidemocrática, como que la Iglesia no es una democracia, el Papa Pablo VI decidió la muy antidemocrática actitud de ser fiel a la verdad, es decir, a Cristo, aunque ello no agradara a la mayoría progre. Era un Papa de diálogo ciertamente, pero también de conclusiones. Era dialogante con las personas y fiel a Cristo. Tenía que prohibir la anticoncepción química que acabaría convirtiéndose en aborto químico. Y lo hizo contra la mayoría. ¡Qué poco democrático era Pablo VI! Afortunadamente. Eulogio López eulogio@hispanidad.com