Nuevo mensaje, nueva locución, de la Santísima Virgen a Margarita de LlanoEsta vez no habla del Papa Francisco sino que ofrece una brevísima lección magistral sobre cómo entender a Dios.

Y entonces es cuando aprendemos que Dios no se dirige a la cabeza del hombre, sino al corazón, calificado como la sede del alma (para no entrar en líos filosóficos, tómenlo como lo que es: una metáfora, una imagen, para acercar lo espiritual (el alma) a lo material (el corazón)).

En cualquier caso, los dos mensajes (12 y 13 de mayo) suponen una radiografía de la oración, uno de los misterios más insondables de la cosmovisión cristiana. Cómo el ser inmutable se rebaja a dialogar con el hombre y cómo el hombre, ser contingente, que no puede dar razón de su existencia, puede entenderle e incluso dialogar de tú a tú con su Creador.

Pero lo mejor es que pasen y lean...