En su peligroso acuerdo con el PSOE, Podemos ha introducido el discutible concepto de sobre-retribución, con el objetivo de introducir aquello que más le gusta: fastidiar a las pérfidas compañías eléctricas.

Ni Europa consigue que la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, reflexione. La obsesión de Ribera, ahora apoyada por Podemos: penalizar las energías nucleares y la hidroeléctrica.

El Pacto de los Picapiedra (Pedro y Pablo) pretende penalizar la energía más intensiva, la nuclear, y la menos contaminante, la hidráulica

El Pacto de los Picapiedra (Pedro y Pablo) pretende penalizar la energía más intensiva, la nuclear, y la menos contaminante, la hidráulica. Por decirlo de otra manera: no se trata de beneficiar al consumidor sino de perjudicar a las malvadas eléctricas.

El espíritu ecologista -que lleva la sociedad a la caverna- alcanza su cénit.

No se trata de beneficiar al consumidor sino de perjudicar a las malvadas eléctricas

En definitiva, ministra: la energía, primero barata, luego verde. Y siempre, que sea no subvencionada. La energía nuclear sigue siendo la más eficiente e intensiva… y junto a la hidráulica, la más barata.

Además, la nuclear tiene otra ventaja que ya hemos olvidado: la fisión nuclear sólo era el primer paso hacia la fusión nuclear controlada.