Con razón dicen que quien centra el debate, gana el debate. Aunque nuestra nunca bien loada Margarita del Val asegura que las vacunas que nos hemos apresurado a comprar (Pfizer, Moderna, AstraZeneca) sólo sirven para casos leves, no para casos graves. ¿Entonces?

Ahora bien, el debate debería ser vacuna sí, vacuna no. Sin embargo, ahora estamos hablando de si la vacuna debe ser voluntaria u obligatoria.

¿De verdad se puede imponer una vacuna sobre un virus del que desconocemos casi todo y sobre una vacuna que ha llegado antes que los tratamientos eficaces y a velocidad supersónica?

Vivimos en la manipulación permanente del Coronavirus, en la mani-covid.