Acudió la Familia Real el sábado 8 de septiembre a Covadonga por tres razones: recalcar que doña Leonor de Borbón, princesa de Asturias, y por tanto heredera al trono de España. Hay una continuidad, si no dinastía, sí al menos histórica, entre Covadonga, donde nace la dinastía que luego sería conocida como ramirense, y la actual monarquía borbónica.

Segunda: esa misma, que Leonor de Borbón, que pueda ser Leonor I de España, actual Princesa de Asturias, debe conocer el Principado. En tercer lugar, se cumplía el centésimo aniversario de la Consagración de la Advocación Mariana de Nuestra Señora de Covadonga, patrona de Asturias.

Entre otras cosas, porque lidera usted un país donde el 70% de los habitantes se declara católico

Y allí, en la Cueva de la Santina, pudimos ver a los cuatro miembros de la Familia Real pero ninguno se arrodilló ante la imagen de la Virgen o al menos esas son las imágenes que la Casa Real permitió que se hicieran públicas.

Es como esa otra norma que exige a las televisiones que retrasmiten un acto religioso donde participan la Familia Real que no la enfoquen en el momento de la comunión.

Por no ofender a la minoría agnóstica o a los españoles de otra religión, está usted ofendiendo a la mayoría católica

De cualquier modo, estamos hablando de una pareja, la de SM los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, que se casó por la Iglesia sin que nadie les obligara a ello y que, se supone, no han abjurado de su fe, al menos que se sepa. Por tanto, no pasaría nada, Majestad, porque se arrodillara usted ante la imagen de la patrona de Asturias. Porque a Covadonga se va a rezar, no a mirar.

Resumiendo: una cosa es que no se trate de una monarquía confesional y otra que se comporte como si fuera agnóstico. Si lo es, dígalo, Señor. Se trata de una información de interés. Entre otras cosas, porque lidera usted un país donde el 70% de los habitantes se declara católico. Así que, por no ofender a la minoría agnóstica, o a los españoles de otra religión, está usted ofendiendo a la mayoría católica.