• Previamente, las tarjetas le comieron la tostada al dinero físico.
  • El problema del pago por móvil: todos los 'smartphones' deben ser compatibles.
  • Y debe estar disponible en la mayoría de los comercios.
  • Todo sin olvidar lo más importante: la seguridad.
El comercio futuro se enfrenta a tres dilemas: el pago por móvil frente al pago por tarjeta, el pago por reloj -smartwatch, se entiende- frente al pago por móvil y la compra online frente a la compra física. ¿Qué medio de pago predominará dentro de diez años? No lo sabemos. Tal vez uno distinto que aún no conocemos. En cualquier caso, es un proceso que no es nuevo: las tarjetas ya le han comido la tostada al dinero físico y han provocado más de un debate sobre la desaparición de los billetes. Y en esta línea, las tarjetas podrían tener sus días contados. Es fácil imaginar que el pago por móvil terminará por reemplazar a las Visa, Marstercard, Amex, etc. Ahora bien, antes de lograrlo debe solucionar algunos problemas. El más inmediato, que todos los 'smartphones' deben ser compatibles, es decir, se tiene que poder hacer con todos los sistemas operativos, incluidos los menos extendidos. Eso por el lado del comprador, pero no hay que olvidar a la otra parte, a los comercios. ¿Quién va a salir de compras sólo con el móvil si no puede pagar en todas las tiendas? Me dirán que los comercios se pondrán las pilas en cuanto la gente demande el pago por móvil, y es cierto. Pero también lo es que la gente no lo demandará hasta que no esté más extendido. Es un poco la pescadilla que se muerde la cola y los avances son lentos. De momento, Inditex permite, desde este jueves, el pago por móvil en todas sus tiendas de España. Sea como fuere, y antes de que el pago por móvil se generalice, ya le ha salido un competidor: el smartwach. Sí, aún está poco desarrollado -la mayoría de los modelos son sólo una extensión del móvil- pero todo se andará. De momento, este miércoles, Samsung ha presentado el Gear S3 cuya principal novedad es la sim virtual, esto es, que funciona de forma autónoma, independientemente del móvil. En el futuro todos los relojes inteligentes serán así pero antes, las compañías de telecomunicaciones se tendrán que poner de acuerdo para implantar la tarjeta sim virtual. ¡Ah! y no olviden un aspecto crucial: la seguridad, que afecta de igual manera al que compra y al que vende. A todo esto, aún no hemos solucionado el tercer dilema del comercio futuro: venta online frente a venta física. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com