No, la enfermedad no es un pecado, pero el pecado provoca enfermedades y patologías mil. Por parecida razón, los locos no son malos, son los malos los que se vuelven locos.

No conozco muchos asesinos alegres (sí, la alegría es una virtud y la tristeza un vicio nefando) y la sífilis no suele darse entre los matrimonios donde se vive el compromiso y la fidelidad.

Y todo esto resulta muy lógico. El hombre es un anfibio de cuerpo y espíritu (alma). Lo que hace su alma influye en su cuerpo y viceversa. Los dolores de muelas producen mala leche y el resentimiento termina por provocar una úlcera.

Y los médicos pueden curar enfermedades, pero sólo el arrepentimiento puede curar al enfermo.