• No les hables del infierno a los niños, pero disfrázales de Halloween.
  • El infierno real no, pero el entontecedor y cretino, y hortera, Halloween… eso sí.
  • ¿Cómo van a salir los chavales? Con una máscara de Halloween que ocultará una cabeza vacía.
Me lo cuentan dos religiosas que imparten clase en un colegio católico irlandés. Se les ocurrió hablar de los novísimos, infierno incluido. Y allí fue Troya. ¿Podía permitirse tamaño insultó? Grave, muy grave. Desde el director del colegio al responsable de fastos varios se les hizo saber que estaban aterrorizando a los niños y que se atuvieran al manual hortera de la entidad. Que no les tenían que hablar del infierno, sino de cosas hermosas: el medioambiente, la solidaridad con los desfavorecidos, etc. Eso sí, al mismo tiempo, en ese mismo colegio, a los alumnos se les entontece y aliena, cuando no aterroriza con el feísmo demoniaco de Halloween. Eso sí, pero el infierno, jamás. Y lo relevante de esta historia es que la bronca a dos profes católicas se lanzan… ¡en un colegio católico! A ver si va a resultar que el mal no está fuera, sino dentro. El infierno, no pero el entontecedor y cretino, y hortera, Halloween… eso sí. ¡Cómo van a salir los chavales…! Con una máscara de Halloween que ocultará una cabeza vacía. Eulogio López eulogio@hispanidad.com