El banco de los Rockefeller unido al del señor John Pierpont Morgan, más el banco de la costa Oeste que se convirtiera en el banco del sueño americano, no han cambiado tanto. Unos eran especuladores al por mayor y otros al por menor, pero ambos tenían en común que jugaban con el dinero de los demás.

Hay dos tipos de personas, y de instituciones, que juegan con el dinero de los demás: los socialistas y los capitalistas. En el primer caso, lo llaman dinero público y en el segundo dinero de los depositantes. Pero créanme: es lo mismo, el riesgo lo asume usted.

Los ‘fumaos’ no tienen por qué ser malos clientes y el negocio de la marihuana es de grueso volumen

Pues bien, ese punto común es aquello por lo que no debe extrañarnos, lo que se nos cuenta en la información de Merca-2: que Morgan Chase y Bank of America presionen al Congreso norteamericano para que legalice la marihuana.

Los bien-fumaos no tiene por qué ser malos clientes y, en cualquier caso, los bancos, ante una política sostenida de tipos bajos, necesitan abrir nuevos negocios. Por ejemplo, alienando a cuanta más gente mejor.

Y el negocio crece: empiezas con la marihuana y luego das el salto a alucinógenos más potentes

Es lógico que dos gigantes de la banca presionen al Congreso para que legalice la marihuana. A fin de cuentas, la vecina Canadá, con el majadero de Justin Tradeau al frente, ya lo ha hecho.

Además, la marihuana es sólo el comienzo. Luego podemos llegar a legalizar y, por tanto, financiar, otros alucinógenos. Es como el aborto. Abres una pequeña puerta llamada despenalización y luego conviertes el aborto en un derecho. Y el que niegue este derecho –a abortar o a drogarse- es un fascista.