• Pero ojo, la vida no es diálogo, es una lucha, lucha formidable.
  • Y ya saben: quien considere que es un asco denle de una pistola para que se suicide.
  • Pero la felicidad exige sabiduría, algo al alcance de todos.
El diálogo es bueno, sirve para solventar las diferencias sin llegar a las manos o a algo peor: sin llegar al rencor. Pero no es más que un medio. La vida no es diálogo, la vida es batalla, una batalla por el bien, hoy batalla cultural, porque lo que nos falla es la cultura y el culto (no hablo de mera instrucción) y cultura y culto son una misma cosa. Vamos, que no nos falla la información, de eso vamos sobrados, sino la sabiduría que es, como José Ramón Pablos en su reciente poemario Los dones y los Frutos, "penetrar el corazón humano, sabiduría es la humildad de quien la pide". La vida es la gran batalla. Por eso la vida es tan hermosa y hay que exprimir cada minuto de la misma. Si fuera un eterno diálogo sería un eterno aburrimiento. La vida del hombre es algo formidable. Eulogio López eulogio@hispanidad.com