La vicepresidente primera del Gobierno, Carmen Calvo ha cedido ante la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la ley de transexualidad impone la autodeterminación de género. Al menos, eso dicen en el grupo parlamentario podemita. Era el acuerdo más difícil por más bestia- entre la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la vicepresidenta primera.

Es decir, la gente nace hombre o mujer, varón o hembra pero, a partir de ahora, podrá decidir lo que es. Lo mejor es un cambio en el carné de identidad o a lo mejor es una transformación biológica de sexo.

Ahora bien, ¿saben ustedes de qué estamos  hablando? El cambio de sexo es una verdadera tortura médica. Hablo del aspecto puramente fisiológico.

¿Irene Montero sabe exactamente hacia dónde camino con el ellos, ellas y elles?  Fíjense si será grave que hasta Carmen Calvo se ha opuesto durante meses.