Líbano, Emiratos Árabes, bombardeos contra milicias proiraníes en Siria, Turquía defendiendo al ISIS frente a Bashar al Asad… distintos accidentes, vamos a suponer que lo sean. Incidentes en países de Oriente Próximo y del Creciente Fértil. Es decir, en el polvorín del mundo.

De acuerdo, puede que sean coincidencias pero recuerden: las cosas nunca pasan porque sí y las casualidades no existen aunque no haya dolo. Sería impensable que una capital europea fuera destruida en su tercera parte por la explosión de un componente químico archivado por muchas toneladas, desde hacia seis años, en un puerto. No sé si ha sido intencionado pero…

Por cierto, lo del “Estado fallido” del Líbano, es una nueva chorrada. Líbano era el Estado de Oriente Medio más estructurado, más estable y mas boyante… porque era un Estado cristiano. Cuando entraron los islámicos comenzó a fallar y la entente entre cristianos y musulmanes siempre acabó, sobre todo tras el asentamiento de los fundamentalistas pro-iraníes (no, Pablo Iglesias no militaba aquí) de Hezbolá, en violencia bélica y terrorista. Como siempre.

Pero de Estado fallido nada. Es ahora cuando fundamentalistas -o sea, fanáticos- musulmanes y el habitual terrorismo de ultraizquierda el que odia al Occidente cristiano, están convirtiendo Líbano, no en un Estado fallido, sino en un caos, según costumbre (esto del caos sí que corresponde al universo Podemos, es la especialidad de Pablo Iglesias)

Por cierto, ¿Líbano ‘Estado fallido’? Venga ya, si era el Estado más consolidado y pujante de Oriente próximo, precisamente por su raíz cristiana. Pero los cristianos, por ejemplo, un tal Carlos Slim, emigraron ante la violencia creciente creado por musulmanes y comunistas.