• No le basta con una bofetada, quiere verle tras las rejas.
  • Entre otras cosas, por agresión sexual.
  • Pero Rodríguez no lo hace por venganza, que conste, sino por el conjunto de mujeres humildes. Es muy solidaria.
  • Pero no se confundan: doña Teresa es partidaria de la máxima libertad sexual… para las mujeres.
El empresario Manuel Muñoz simuló un beso en la boca a Teresa Rodríguez (en la imagen). Aunque se baboseó su propia mano, la líder de Podemos en Andalucía, ha montado el pollo. Lo cierto es que más que ir a la cárcel, el señor Muñoz se merece una buena bofetada por grosero, pero eso no le basta a Teresa Rodríguez, que es muy progre. No lo hace por ella, que conste en acta, sino por otras mujeres más "vulnerables". Es decir, que no cobran del erario público ni, como política, tiene un micrófono y una cámara a su disposición. Y por eso se ve en el brete de ejercer, muy a su pesar, el papel de protagonista de la historia. Es decir, ya sabemos cómo interpreta doña Teresa Rodríguez su actividad política: capacidad para hacer daño. Y por eso quiere que el grosero Muñoz no sólo tenga una condena social por su incalificable actitud sino que, además, le caigan encima tres delitos por los que puede acabar en prisión. Es curioso porque doña Teresa, como buena podemita, es una ardiente defensora de la libertad sexual máxima, así como de los abortos continuos que provoca. Pero, eso sí, libertad para la mujer, también para acosar. Porque no sé si saben pero las mujeres también acosan. Eulogio López eulogio@hispanidad.com