• El dinero público no es sino el dinero privado que los políticos nos roban y administran como les viene en gana.
  • El nuevo PP, encima, atenta contra el derecho a la propiedad privada.
  • Es cierto que el PP ya había renunciado a eso en la práctica. Ahora también en teoría.
  • Los políticos son todos socialdemócratas.
  • Y la Doctrina Social de la Iglesia, ¿qué dice sobre esto? Dice que quiere propietarios, no proletarios. A ser posible, pequeños propietarios.
  • Aunque eso sí, como siempre habrá asalariados que cobren un salario digno.
El nuevo PP ha copiado la malsana inclinación a lo público de Podemos y la izquierda socialdemócrata del PSOE. (Y también de la derecha del PP). No olvidemos que el voto de pobreza de los consagrados no es otra cosa que una renuncia voluntaria al derecho de propiedad o a su uso, como sacrificio ofrecido en Dios. Pero el derecho a la propiedad privada no deja de existir en el claustro. Entendámonos, el PP ya había renunciado a ese derecho porque los políticos son todos socialdemócratas. Son todos partidarios de lo público, porque el dinero público no es sino el dinero privado que los políticos nos roban y administran como les viene en gana. En definitiva, la propiedad privada no es un robo, la propiedad pública sí. Y la Doctrina Social de la Iglesia, ¿qué dice sobre todo esto? Dice que quiere propietarios, no proletarios. A ser posible, pequeños propietarios. Aunque, eso sí, como siempre habrá asalariados, que cobren un salario digno. ¿Qué es un salario digno? Aquel que posibilita la formación de una familia y, ojo, que no es el mercado quien lo marca, sino la cobertura de las necesidades primarias del trabajador. Por eso es tan importante lo que hoy se conoce como salario mínimo interprofesional. En cualquier caso, que no les laven el cerebro, tampoco desde el PP: lo bueno es la propiedad privada: la propiedad pública es lo que los políticos nos roban. Eulogio López eulogio@hispanidad.com