• Los políticos combaten la pobreza con el dinero de los demás. Así cualquiera.
  • No creo que la caridad empiece por uno mismo…
  • Salvo que con ello se signifique que hay que combatir la pobreza ajena con el mismo denuedo que la propia.
  • Desconfíen de los que solucionan la pobreza ajena con el dinero ajeno. Por ejemplo, los chicos de Podemos.
"Ternura infinita con los pobres", exhala la hortera de Irene Montero, la lideresa de la macedonia comunista de Podemos. Hablábamos anteayer de la pobreza, concepto esquivo y, al parecer, equívoco, pero una futesa para niños si lo comparamos con el aún más equívoco concepto de cómo luchar para erradicarla. No tienen más que ver a los políticos españoles, de izquierda y de derecha, quienes combaten la pobreza con el dinero de los demás, nunca con el suyo propio. Dicen que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. Esa frase sólo puede aceptarse en el caso de que explique el cumplimiento de amar a los demás como a uno mismo. Pero sí podemos decir que hay que combatir la pobreza de los demás con el mismo denuedo con el que combatimos la nuestra. Ya lo decía José María Pemán (en la imagen), un gran poeta al que llaman fascista por el simple hecho de ser católico, y a los progres les es igual los fachas, a los quieren exterminar es a los católicos. "Toma hermano sin medida Lo que quieras para ti, Que cuando salga de aquí, para ganar la otra vida, Sólo tendré lo que di". Para entendernos: el primer paso de la pobreza es la austeridad. Ningún austero hace daño a los pobres. Eulogio López eulogio@hispanidad.com