• Lo primero era mentira.
  • Lo segundo empieza a ser cierto.
  • No es independentismo es separatismo. O sea, no tiene esqueleto.
  • ¿Conseguirá la independencia? No, pero puede conseguir la guerra civil en todo el país.
  • De hecho, ya han conseguido el enfrentamiento civil.
Conversación con un empresario catalán. Trascribo no literalmente, lo que me cuenta: "Yo también soy independiente, pero no soy separatista. Ahora, en Cataluña, se confunden ambas cosas". Otro empresario me recuerda: "Sí, hay separatistas en Cataluña pero también en Madrid hay separadores". Y ambas cosas son ciertas. Mariano Rajoy, y sobre todo Soraya Sáenz de Santamaría, deberían entender que tan importante como saber perder es que también hay que saber ganar. En cualquier caso, decíamos ayer, los separatistas son unos jetas y unos pelmas pero el Gobierno de Madrid tiene que distinguir entre separatistas y catalanistas. Y no, no está distinguiendo. En cualquier caso, la situación va a peor. Decíamos ayer que hemos pasado del España nos roba, que era falso, al España nos odia, que desgraciadamente parece más verdadero que aquél. Lo peor es que no nos enfrentamos al independentismo sino al separatismo. O sea, que no tiene esqueleto. No se trata de crear un nuevo país sino de destruir el anterior. No se trata de destruir un Estado sino de destruir España. ¿Conseguirá la independencia? No, pero puede conseguir una guerra civil en todo el país. De hecho, ya ha conseguido el enfrentamiento civil, el recelo y la animadversión. Esto es lo más preocupante (en la imagen Junqueras y Puigdemont). Eulogio López eulogio@hispanidad.com