¿Cómo esconder un elefante en la Quinta Avenida? Llenando la Quinta Avenida de elefantes. El problema de la sociedad de Internet es que ofrece tantos datos que todos se convierten en contradicciones entre sí. Los viejos contables aseguraban que la contabilidad era una ciencia exacta, porque dice, exactamente, lo que uno quiere que diga.

Si robas a un autor es plagio, si robas a muchos es investigación científica

Y esto significa que Internet ofrece tantos datos y tantas composiciones de datos que acaba siendo el medio menos trasparente del mundo: unas conclusiones se contradicen con las otras. Medir la influencia de una página web es cosa realmente compleja. A la postre, una cosa es pinchar una información, otra leerla, otra asimilarla y otra ponerla en práctica.

Google, la mayor maquinaria informativa del mundo, vive del plagio

Ahora bien, es cierto que nadie sabe por dónde discurre la influencia, pero no me gustaría que cayéramos en aquello de que era “un autor cuyas obras eran tan poco conocidas que casi podían llamarse confidenciales”. La confidencialidad atrae, pero no necesariamente influye. Mientras, Google, la mayor maquinaria informativa del mundo, vive del plagio.