• Hay dos cosas que no aguanta la alcaldesa de Madrid: los coches y la clase media.
  • Contra ellos van las medidas más importantes de doña Manuela.
En un momento dado de su larguísima intervención durante la moción de censura, Pablo Iglesias recordó a sus señorías, por contraposición a Ciudadanos, que su partido tenía ya una amplia experiencia de gobierno. Claro que sí, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid, donde Manuela Carmena (en la imagen junto a Iglesias) gobierna desde hace poco más de dos años. Ahora bien, presumir de tener mando en plaza no significa que se esté haciendo bien. Sin ir más lejos, los dos grandes logros de Carmena en la capital son la suciedad y los atascos. Lo primero se ha logrado paliar un poquito -no era muy difícil- y lo segundo está creciendo por momentos. Y esto tiene mucho mérito porque no es debido a que hay más coches circulando, sino porque Carmena les pone cada vez más trabas para hacerlo: carriles de ciclismo extremo (se juegan la vida), jardineras en las esquinas, semipeatonalización de calles en el distrito de Chamberí… El problema de Carmena es que odia los coches y a la clase media. Contra ellos han ido las medidas más significativas de su mandato, hasta ahora. ¡Qué gran experiencia! Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com