• ¿Es científico el cambio climático? No, cuando el hombre maneja determinadas variables es que no está manejando ninguna.
  • Y los agoreros siempre acaban en lo mismo: el culpable es el hombre, ergo hay que eliminar al hombre.
  • A ser posible antes de que nazca.
  • Al final, el ecopanteísmo no es más que una religión, la religión panteísta del NOM.
La monserga va a llegar desde París, con todo el Nuevo Orden Mundial (NOM) volcado sobre la macro-conferencia acerca del calentamiento global y el cambio climático, que comienza el próximo día 30. No hay forma de debatir porque el NOM no quiere debatir quiere imponer cómo debe vivir el conjunto de la humanidad. Así que nos van a freír a informes sesudísimos y de enorme validez científica que demostrarán como el hombre es un lobo para el hombre. Salvo los del NOM, claro, que nos van salvar a todos. Con esa alegría que caracteriza a la progresía nos emplazan para el próximo desastre telúrico. Pero la cosa no acaba ahí, ni mucho menos. El asunto no es si vamos a morir ni cuándo, o si vamos a perecer víctimas de plagas horribles, hambres y alguna que otra golosina apocalíptica. La conclusión no es esa. La conclusión es que todo lo que va a ocurrir es malo y la culpa la tiene el hombre. Ahora volvemos sobre ello. De hecho, lo que se vende no es cambio climático sino calentamiento global. Porque claro, bajo el nombre de cambio climático el personal podría preguntarse si el tal cambio es para bien o para mal. No, se necesitaba el concepto, mucho más aterrorizante, de calentamiento global. Vamos, que oyes una conferencia sobre el asunto y lo primero que haces es quitarte la americana y olvidarte de que un caballero jamás tiene calor. No, el cambio climático no es más que una conjura contra la humanidad por parte de una élite, el NOM, al que le sobra el 90% de esa humanidad. Todo ello con un ropaje pretendidamente científico pero que no lo es. Y no puede serlo porque cuando el hombre maneja demasiadas variables es incapaz de conclusión alguna. Sin embargo, el NOM ya tiene el diagnóstico y la receta: el culpable del calentamiento global es el hombre. Ergo, hay que eliminar al hombre. A ser posible antes de que nazca, que luego crecen y resulta más complicado asesinarles. Otro detalle de la gran estafa de esta Cumbre de París y de todo el movimiento verde de cara triste. La obsesión del panteísmo ecologista es la energía verde, peor no debiera. Si lo que realmente se quiere es acabar con el petróleo lo lógico es que se sustituyera por la fuente de energía, más intensiva, más potente y más barata, la energía de los pobres: esto es, la nuclear. Lo lógico sería, no que se promocionara la energía verde, que no es sino una burbuja financiera, sino la energía nuclear. El NOM prefiere atacar a las centrales de energía que a los coches, porque la mayoría de los estafados no posee una central nuclear pero casi todos ellos poseen un vehículo a motor. Si se lo quitas, a lo mejor se cabrean. En cualquier caso, el panteísmo ecologista es el ateísmo más espiritualista: círculo de la vida, alma universal, el futuro del planeta y otras sandeces. Al final se trata de convertir el ecopanteísmo en una religión, la religión sincretista del NOM, que se olvida de Cristo para centrarse en Gaia, la madre tierra. Pero tranquilos: los sistemas ateos y panteístas nunca han prevalecido en la literatura de las naciones. Son tan amorfos como una plastilina y tan flojos como una gelatina. Eulogio López eulogio@hispanidad.com